La madrugada de este sábado, un macabro hallazgo estremeció a los habitantes de Cárdenas, Tabasco: tres cuerpos sin vida fueron abandonados en la carretera federal Cárdenas-Villahermosa, cerca del IMSS local, en un claro desafío a la seguridad que supuestamente debería garantizar el gobierno.
Los cadáveres, todos de hombres, mostraban heridas de bala y evidentes signos de tortura, lo que pinta un panorama desolador sobre el control del crimen organizado en la región. Junto a los cuerpos, una cartulina con el mensaje “Ya te la sabes” fue dejada como firma de los responsables.
La escena, descubierta en plena oscuridad, desató una movilización inmediata de policías y elementos del Ejército mexicano, quienes acordonaron la zona. Sin embargo, hasta ahora, no hay rastro de los culpables ni señales de que las autoridades tengan el control de la situación.
Tabasco, un estado que no escapa a la ola de violencia que azota al país, suma este caso a una lista creciente de atrocidades. La falta de acción efectiva por parte del gobierno federal y estatal deja a la población a merced de la delincuencia, mientras los cuerpos se acumulan en las carreteras.
La Fiscalía General del Estado ya investiga, pero el silencio oficial sobre avances concretos solo alimenta la incertidumbre. ¿Cuántos casos más se necesitarán para que la estrategia de “abrazos, no balazos” sea replanteada ante esta realidad brutal?