Las fuertes lluvias en Tamaulipas han dejado en evidencia la fragilidad de las instalaciones del hospital del ISSSTE en Matamoros, donde el agua se coló por el techo, provocando un verdadero caos en áreas clave como urgencias y consultorios médicos.
Videos que se han viralizado en redes sociales muestran cómo el personal y los pacientes tuvieron que lidiar con filtraciones masivas, con el agua cayendo a raudales desde el techo y hasta desprendiéndose partes de la estructura, un reflejo del abandono en el que se encuentra este nosocomio.
El desorden se apoderó del lugar mientras el agua inundaba pasillos y zonas críticas, poniendo en riesgo la atención médica y la seguridad de quienes dependen de este hospital público, sin que hasta ahora las autoridades del ISSSTE hayan dado una respuesta oficial.
La situación expone, una vez más, las carencias del sistema de salud federal, donde la falta de mantenimiento y la indiferencia del gobierno dejan a los derechohabientes enfrentando condiciones deplorables en momentos de necesidad.
Este incidente no es un caso aislado, sino una muestra del deterioro que viven muchas instalaciones de salud bajo la administración actual, mientras las promesas de mejora siguen sin materializarse en hechos concretos para los ciudadanos.