Una serie de tormentas devastadoras ha golpeado el sur de Texas y el noreste de Tamaulipas, dejando un saldo trágico de al menos cuatro muertos y miles de personas evacuadas. Las intensas lluvias, que alcanzaron hasta 53 centímetros en algunas zonas, han provocado inundaciones sin precedentes, afectando hogares, vehículos y carreteras en ambos lados de la frontera.
En Texas, ciudades como McAllen y Harlingen han sido las más castigadas, con más de 200 rescates reportados solo en esta última. Las autoridades locales han trabajado sin descanso para evacuar a los residentes atrapados por las aguas, mientras que en Álamo se estima que cientos de hogares han quedado inundados tras el paso de las tormentas.
Del lado mexicano, Reynosa ha sido el epicentro de la tragedia en Tamaulipas, con un anciano fallecido por ahogamiento y 172 personas trasladadas a refugios temporales. Videos muestran a militares caminando con el agua al pecho, rescatando a quienes quedaron atrapados en calles convertidas en ríos.
Las autoridades de ambos países han advertido que, aunque las lluvias han disminuido, el riesgo persiste. En Texas, los condados de Cameron, Hidalgo y Willacy siguen bajo alerta de inundación, mientras que en Tamaulipas se han desplegado 640 efectivos militares para asistir a la población afectada.
Este desastre natural ha expuesto la vulnerabilidad de la región ante eventos climáticos extremos, dejando a miles de familias sin hogar y con pérdidas materiales significativas. Los gobiernos locales trabajan para restablecer servicios básicos como la electricidad, pero la recuperación podría tomar semanas.
Categoría: Internacional (Tono informativo y claro, sin sesgos, como se indica para política en otros países).