El gobierno federal, encabezado por Claudia Sheinbaum, ha lanzado una nueva iniciativa que promete revolucionar el deporte en México: una Clase Nacional de Boxeo programada para el 6 de abril. Este evento, que busca ser la clase de boxeo más grande del mundo, se llevará a cabo de manera simultánea en plazas públicas de todo el país.
Con la participación estelar de leyendas como Julio César Chávez y Saúl “Canelo” Álvarez, el objetivo oficial es promover la paz y alejar a los jóvenes de las adicciones. Sin embargo, no faltan las voces que cuestionan si esto es solo una cortina de humo para desviar la atención de los problemas reales que aquejan al país.
La clase coincide con el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, y está impulsada por la Dirección para la Promoción al Deporte y Bienestar, junto al Consejo Mundial de Boxeo. Se espera que miles de personas, desde niños hasta adultos mayores, se sumen a esta actividad gratuita en el Zócalo de la Ciudad de México y otros puntos.
El tono triunfalista del gobierno no convence a todos. Mientras Sheinbaum y su equipo celebran esta “fiesta por la paz”, muchos se preguntan si el boxeo será suficiente para combatir la violencia y el narco que siguen creciendo sin control en las calles.
A pesar de las críticas, figuras como Chávez y Álvarez han respaldado el proyecto, destacando el potencial del deporte para transformar vidas. Las rutinas serán transmitidas en línea para que cualquiera pueda participar desde casa, ampliando el alcance de esta ambiciosa propuesta.
El evento también busca romper un récord mundial, un detalle que el gobierno no deja de resaltar. Pero más allá de las cifras, queda la duda de si estas iniciativas realmente atacan las raíces de los problemas sociales o solo maquillan las estadísticas para la foto oficial.