A más de 17 meses del paso devastador del huracán Otis, los buzos de Acapulco siguen enfrentándose a las secuelas del desastre. En un esfuerzo por limpiar el fondo marino, han retirado dos toneladas de desechos de fibra de vidrio provenientes de embarcaciones destruidas, un trabajo que resalta la magnitud de la tragedia que aún afecta a este balneario del sur de México.
La labor se concentró en la isla de la Roqueta y la playa de Caletilla, donde unos 25 buzos trabajaron para recuperar restos de lanchas con fondo de cristal, un atractivo turístico clave antes del huracán. Semanas atrás, ya habían extraído algunos fragmentos, pero la cantidad de basura acumulada en el mar sigue siendo un desafío constante.
Rigoberto Palma Muñoz, líder de la cooperativa Playas Unidas Caleta y Caletilla, explicó que lograron sacar alrededor de dos toneladas de desechos a una profundidad de 10 metros. Sin embargo, destacó que la falta de equipo adecuado, como tanques de oxígeno y chalecos compensadores, limita su capacidad para realizar una limpieza más profunda, donde aún quedan restos a unos 15 metros bajo el agua.
Juan de los Santos, otro buzo involucrado, relató cómo en Caletilla usan solo su equipo básico y el aire de sus pulmones para retirar materiales. Esta tarea, aunque esencial para recuperar la belleza natural de la zona, evidencia las carencias que enfrentan los trabajadores tras el paso de Otis, un huracán que dejó heridas ambientales y económicas difíciles de sanar.
El huracán Otis, que azotó Acapulco en octubre de 2023, no solo destruyó infraestructura, sino que hundió cientos de embarcaciones, dejando un impacto duradero. La limpieza del fondo marino es un paso hacia la recuperación, pero los buzos advierten que sin apoyo y herramientas adecuadas, la tarea está lejos de concluir.

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Buzos de Acapulco sacan restos de barcos hundidos a más de un año del huracán Otis
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