Un operativo del Ejército y la Guardia Nacional destapó un escandaloso caso en Ensenada, Baja California: un predio ligado a Gerardo Novelo Osuna, exsenador suplente de Morena, funcionaba como centro clandestino de distribución de gasolina. Las autoridades decomisaron casi 8 millones de litros de hidrocarburo ilegal.
El terreno, ubicado en El Sauzal de Rodríguez, fue asegurado tras una denuncia ciudadana. Novelo Osuna, en un intento por lavarse las manos, afirmó que lo había rentado a Luis Francisco Rodríguez Orozco, alias “Gussy”, mediante un contrato de arrendamiento. Sin embargo, el comunicado donde se justificaba fue borrado de su Facebook horas después.
En el lugar se encontraron contenedores y tráileres repletos de combustible robado, evidenciando una operación a gran escala. Este hallazgo pone en la mira a Morena y sus figuras políticas, dejando al descubierto cómo personajes ligados al partido podrían estar inmersos en actividades ilícitas sin que el gobierno actúe con firmeza.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana informó que el predio quedó bajo resguardo, pero la pregunta sigue en el aire: ¿hasta dónde llega la red de complicidad? Mientras el huachicol sigue siendo un cáncer en México, casos como este muestran la tibieza de las autoridades ante el crimen organizado.