Un juez federal otorgó una suspensión definitiva a Mauro Alberto Núñez Ojeda, alias “El Jando”, detenido en Sinaloa y señalado como piloto de confianza de “Los Chapitos”. Esta decisión detiene, por ahora, su vinculación a proceso por delitos contra la salud y portación de arma de uso exclusivo del Ejército.
La medida genera polémica en un contexto de creciente violencia en el país. “El Jando” es acusado de operar para el cártel de Sinaloa, específicamente para Iván Archivaldo Guzmán Salazar, y su detención en febrero pasado fue presentada como un golpe al narcotráfico. Sin embargo, esta suspensión pone en duda la efectividad de las autoridades.
El fallo no implica su liberación, pero sí impide que se decrete la apertura de un juicio oral mientras se resuelve el amparo. La Fiscalía General de la República lo acusa de traficar fentanilo y metanfetamina, delitos que agravan la crisis de inseguridad que México enfrenta sin respuestas claras del gobierno.
La detención de Núñez Ojeda ocurrió tras un enfrentamiento en Culiacán, donde se le confiscaron armas y drogas. Pese a esto, el sistema judicial parece tambalearse, dejando en el aire un caso que evidencia la impunidad y la falta de acción contundente contra el crimen organizado.
Este giro judicial se suma a las críticas sobre la estrategia de seguridad del gobierno federal. Mientras el narco sigue operando con fuerza, decisiones como esta alimentan la percepción de un Estado rebasado por la delincuencia, incapaz de garantizar justicia en un país azotado por la violencia.