El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, expresó su admiración por México durante una entrevista con el conferencista Daniel Habif, aunque reconoció que no cuenta con el favor del gobierno mexicano. Sus palabras llegan en un momento de tensión diplomática entre ambos países, marcada por eventos recientes que han puesto a prueba las relaciones bilaterales.
Noboa, quien busca la reelección en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales ecuatorianas, destacó su aprecio personal por la cultura y el pueblo mexicano. Sin embargo, dejó entrever que las diferencias políticas con el gobierno de Claudia Sheinbaum han generado un distanciamiento que, por ahora, parece difícil de superar.
El mandatario ecuatoriano hizo estas declaraciones en un contexto electoral clave, donde se enfrentará a Luisa González, candidata del correísmo. La postura del gobierno mexicano, que ha exigido la entrega del exvicepresidente Jorge Glas como condición para retomar el diálogo, ha sido un punto de fricción que Noboa se niega a aceptar.
La relación entre México y Ecuador se fracturó tras el asalto a la embajada mexicana en Quito en abril de 2024, ordenado por Noboa para detener a Glas. Este incidente llevó a México a romper lazos diplomáticos y a exigir un salvoconducto para el exfuncionario, algo que Ecuador considera una injerencia en sus asuntos judiciales.
A pesar de las tensiones, Noboa mantuvo un tono conciliador hacia México como nación, sugiriendo una esperanza de reconciliación futura. “Esperemos que en un futuro cercano…”, dijo, dejando la frase inacabada, lo que refleja tanto su cautela como su interés por mejorar los vínculos.
La entrevista también incluyó a la primera dama, Lavinia Valbonesi, y tuvo lugar en plena campaña electoral, un periodo crucial para Noboa. Sus declaraciones buscan proyectar una imagen de apertura, aunque sin ceder en los puntos que considera principios de soberanía ecuatoriana.
Este desencuentro entre gobiernos no parece afectar el cariño de Noboa por México, pero evidencia cómo las decisiones políticas y judiciales siguen marcando la agenda entre ambos países. La resolución de este conflicto dependerá de los próximos pasos en la arena internacional y electoral.