Estados Unidos ha cancelado más de 300 visas de extranjeros acusados de tener nexos con grupos terroristas, según informó el secretario de Estado, Marco Rubio, este martes desde Guyana. Entre los afectados hay estudiantes propalestinos, un grupo que ha estado en el foco de las autoridades.
Rubio explicó que este proceso es constante y que se realiza a diario. Cada vez que identifican a alguien que consideran una amenaza, proceden a retirarle el permiso de ingreso al país. El objetivo, según sus palabras, es eliminar a quienes causan problemas, incluyendo pandilleros.
Uno de los casos destacados es el de Rumeysa Ozturk, una estudiante musulmana de doctorado en la Universidad de Tufts, en Massachusetts. Su arresto por parte de las autoridades migratorias se viralizó recientemente, lo que generó debate sobre las medidas aplicadas.
Otro ejemplo es Mahmoud Khalil, detenido hace semanas en Nueva York, donde vivía con su esposa estadounidense. Las autoridades le revocaron su residencia permanente, acusándolo de vínculos con Hamás, algo que ha sido cuestionado por sus defensores.
Estas acciones reflejan una política dura del gobierno de Donald Trump contra quienes participan en protestas propalestinas o son señalados como riesgos para la seguridad nacional. La cifra de visas revocadas podría aumentar, advirtió Rubio.
El tema ha levantado críticas, pero también apoyo entre quienes ven estas medidas como necesarias para mantener el orden. Por ahora, la búsqueda de perfiles sospechosos sigue siendo una prioridad para el Departamento de Estado.