El 26 de marzo de 2025, la Suprema Corte de Justicia de la Nación dio un golpe contundente al rechazar un amparo que buscaba permitir el maltrato animal en rituales religiosos. La decisión reafirma que en México la protección a los animales está por encima de cualquier excusa, incluso las de carácter espiritual.
La solicitud de amparo fue presentada por una persona que argumentaba que las leyes de la Ciudad de México, que castigan con hasta seis años de prisión el maltrato y la crueldad animal, violaban su libertad de culto. Según la promovente, los rituales de su religión requieren el sacrificio de animales, una práctica que, a su juicio, debería estar protegida.
Sin embargo, la Corte no se dejó impresionar. Los ministros dejaron claro que la libertad religiosa tiene límites y que el bienestar animal, reconocido en la Constitución local, no puede ser pisoteado bajo el pretexto de creencias. Las normas impugnadas, los artículos 350 Bis y 350 Ter del Código Penal, seguirán vigentes.
La resolución llega en un momento en que la violencia contra los animales sigue siendo un problema grave en el país. Organizaciones defensoras de los derechos animales celebraron el fallo, mientras que el gobierno federal, encabezado por Morena, guarda silencio ante un tema que pone en jaque sus promesas de justicia social.
Este caso expone, una vez más, la tibieza de las autoridades para enfrentar problemas estructurales. Aunque la Corte actuó, la falta de acción del gobierno para prevenir estos actos deja un sabor amargo en una sociedad que exige resultados, no solo sentencias.