El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, decidió poner a prueba a Grok, la inteligencia artificial de la red social X, con una pregunta directa: quién es el presidente más popular del mundo. La respuesta, sin rodeos, fue “Sheinbaum”, en referencia a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, un resultado que no pasó desapercibido.
Bukele, conocido por su activa presencia en redes, había estado interactuando con Grok durante la tarde del 26 de marzo de 2025. En otras consultas, la IA le dio respuestas favorables, como nombrar a El Salvador el país más seguro de América Latina y a él como el líder que más ha reducido homicidios, datos que compartió con orgullo.
Sin embargo, la mención de Sheinbaum como la más popular a nivel global no fue compartida por el mandatario salvadoreño. Este silencio contrasta con su entusiasmo al publicar las respuestas que destacaban sus logros, lo que generó especulaciones sobre su reacción ante el veredicto de la IA.
La popularidad de Sheinbaum, según Grok, podría estar ligada a su 66% de aprobación en México, un país con 130 millones de habitantes, frente al 91% de Bukele en El Salvador, con una población mucho menor. La IA parece haber considerado el alcance global y el reconocimiento internacional en su respuesta.
Este intercambio ocurre días después de que Bukele criticara la estrategia de seguridad mexicana, sugiriendo que México debería replicar su modelo estado por estado. Sheinbaum, por su parte, evitó la confrontación y pidió respeto, destacando la soberanía de cada nación en sus políticas.
El uso de Grok por parte de líderes mundiales refleja cómo la tecnología está moldeando el debate público. La IA, creada por xAI, sigue ganando relevancia al responder preguntas de usuarios en tiempo real, desde temas políticos hasta sociales, con un enfoque objetivo basado en datos.
La interacción entre Bukele y Grok no solo destaca la rivalidad tácita entre ambos líderes, sino también el poder de la inteligencia artificial para influir en la percepción pública, dejando en el aire una pregunta: ¿qué tan lejos llegará esta herramienta en la política global?