El diputado Alfonso Ramírez Cuéllar, de Morena, desató polémica al presentar una iniciativa para eliminar el fuero a legisladores y gobernadores con denuncias en su contra. Lo que parecía una jugada para limpiar la imagen del partido terminó en un enfrentamiento directo con la oposición, que no se quedó callada ante lo que considera una farsa.
Elías Lixa, coordinador del PAN, arremetió sin filtro contra Ramírez Cuéllar. Le lanzó un contundente “aquí no vengan a lavarse la cara”, acusándolo de hipocresía tras el reciente rechazo al desafuero de Cuauhtémoc Blanco, también de Morena, por un caso de presunta violación. Para la oposición, esto huele a cortina de humo para tapar los escándalos del partido en el poder.
La propuesta busca reformar la Constitución y quitar la inmunidad a diputados, senadores y gobernadores, pero solo en casos con denuncias formales. Ramírez Cuéllar insiste en que esto fortalecerá la transparencia, aunque sus detractores ven en ello un intento desesperado por desmarcarse de las críticas al blindaje de figuras como Blanco.
El ambiente en San Lázaro se calentó con gritos y abucheos. Legisladores del PAN y otros partidos señalaron la contradicción de Morena, que un día protege a los suyos y al siguiente se vende como paladín de la justicia. La iniciativa, dicen, llega tarde y con poca credibilidad tras años de promesas incumplidas.
Mientras Ramírez Cuéllar defiende su plan como parte de la “Cuarta Transformación”, la oposición lo tiene en la mira. Le exigen coherencia y que personajes como Blanco enfrenten a la justicia sin rodeos. Por ahora, la propuesta sigue en el aire, pero el choque entre Morena y sus críticos está lejos de apagarse.