La Unión Europea ha lanzado una advertencia a sus 450 millones de habitantes, pidiéndoles que estén preparados para enfrentar una posible crisis. La recomendación incluye almacenar alimentos no perecederos y agua suficiente para al menos tres días, ante el temor de emergencias que podrían desestabilizar la región.
Esta medida responde a las crecientes tensiones geopolíticas, especialmente por las amenazas provenientes de Rusia y las políticas impredecibles de Donald Trump en Estados Unidos. Las autoridades europeas buscan que la población esté lista para reaccionar frente a desastres naturales, conflictos o interrupciones en los suministros básicos.
La estrategia, presentada esta semana, forma parte de un plan más amplio para fortalecer la resiliencia del bloque. Países como Suecia y Finlandia ya han tomado acciones similares desde 2024, distribuyendo guías y folletos con instrucciones para enfrentar situaciones extremas, incluida la posibilidad de un enfrentamiento con Rusia.
Aunque no se especifica una amenaza concreta, el mensaje es claro: la preparación ciudadana es clave. La UE quiere evitar el caos en caso de que los servicios esenciales fallen, recordando que la seguridad y el bienestar dependen también de la capacidad de respuesta de cada hogar.