El rey Carlos III y la reina Camila han tenido que posponer su esperada visita al papa Francisco en el Vaticano, una decisión tomada de mutuo acuerdo con la Santa Sede tras las recomendaciones médicas sobre la salud del pontífice.
Francisco, de 88 años, salió del hospital Gemelli de Roma el pasado domingo tras 38 días internado por una neumonía bilateral que lo mantuvo bajo estricta atención médica. Los doctores han sugerido que necesita un periodo prolongado de descanso, lo que ha llevado a cancelar este encuentro.
Originalmente, la visita estaba programada como parte de un viaje de Estado a Italia entre el 7 y el 10 de abril. Aunque el itinerario italiano se mantiene, el Palacio de Buckingham confirmó que habrá ajustes en el programa para adaptarse a esta situación.
El encuentro con el papa incluía una audiencia especial y un servicio en la Capilla Sixtina, enfocado en el tema de “cuidar la creación”, un interés compartido entre Carlos III y Francisco. También se esperaba una visita histórica a la Basílica de San Pablo Extramuros.
A pesar de su alta del hospital, el papa aún requiere tiempo para recuperarse plenamente. Su hospitalización comenzó el 14 de febrero debido a una bronquitis que derivó en complicaciones respiratorias graves.
Los reyes británicos enviaron sus mejores deseos al pontífice, expresando su esperanza de reprogramar la visita una vez que esté completamente restablecido. Por ahora, el Vaticano prioriza la salud de Francisco sobre compromisos públicos.
Este aplazamiento refleja la cautela ante la frágil condición del papa, quien ha enfrentado múltiples desafíos médicos en los últimos meses, pero sigue siendo una figura clave en la diplomacia internacional.