¡Atención! La presidenta Claudia Sheinbaum presume un supuesto “avance” en las finanzas de Pemex, asegurando que ya se pagaron 147 mil millones de pesos a proveedores. Pero, ¿es esto realmente un logro o solo un parche a la crisis interminable de la petrolera?
Según Sheinbaum, este monto es parte de un esfuerzo para sanear las deudas de Pemex, que al cierre de 2024 alcanzaban los 506 mil 153 millones de pesos. La mandataria insiste en que “se va a seguir pagando”, pero no explica cómo ni cuándo se liquidará el resto de este desastre financiero heredado.
La presidenta también reveló que se reúne dos veces por semana con funcionarios de Pemex y Hacienda para “coordinar esfuerzos”. Sin embargo, la falta de transparencia sobre el plan concreto para rescatar a la empresa genera más dudas que certezas entre los mexicanos.
Mientras Sheinbaum celebra esta cifra como “muy importante”, la realidad es que Pemex sigue siendo un pozo sin fondo. La integración vertical que promete como solución suena más a discurso político que a una estrategia viable para salvar a la petrolera.
¿Y el objetivo de producir 1.8 millones de barriles diarios? Sheinbaum lo mantiene como meta sexenal, pero expertos dudan que sea alcanzable con la actual gestión. La dependencia del gobierno federal para sostener a Pemex sigue siendo el elefante en la habitación.