La violencia en la frontera norte de México no da tregua, y las cifras lo confirman. La Operación Frontera Norte, impulsada por el gobierno federal, reporta hasta ahora mil 809 detenidos, pero la inseguridad sigue siendo una sombra que acecha a la población.
En el último informe, se detalla que mil 657 armas de fuego han sido decomisadas, junto con más de 23 toneladas de drogas, incluyendo 129 kilos de fentanilo. Sin embargo, estos números alarmantes reflejan un problema que parece escapar de las manos de las autoridades.
Desde el 5 de febrero, el Ejército y la Guardia Nacional han intensificado sus esfuerzos en estados como Baja California, Sonora y Tamaulipas. A pesar de los operativos, la presencia de laboratorios clandestinos y el tráfico de sustancias ilícitas no cede terreno.
La Secretaría de Seguridad presume resultados, pero la realidad en las calles fronterizas cuenta otra historia. La detención de capos buscados por el FBI no parece frenar la ola de violencia que azota la región.
Mientras el gobierno de Claudia Sheinbaum insiste en su estrategia, los ciudadanos se preguntan si estos decomisos son suficientes. La frontera sigue siendo un polvorín, y la falta de acción efectiva mantiene a la población en vilo.
Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., visitará México esta semana para reunirse con Sheinbaum. ¿Será este encuentro un punto de inflexión o solo una reunión más sin resultados tangibles?