En Afganistán, el nuevo curso escolar comenzó sin la presencia de niñas en las aulas secundarias, una situación que se arrastra desde agosto de 2021, cuando los talibanes tomaron el poder. Según UNICEF, más de dos millones de niñas han sido privadas de su derecho a la educación debido a las restricciones impuestas por el régimen.
La prohibición afecta particularmente a las estudiantes más allá del nivel primario, dejando a Afganistán como el único país del mundo que veta la educación secundaria y superior para las mujeres. Este año, se sumaron 400 mil niñas más a las afectadas, elevando la cifra total a 2.2 millones.
Catherine Russell, directora de UNICEF, destacó que esta medida no solo vulnera un derecho fundamental, sino que tiene consecuencias devastadoras a largo plazo. La falta de educación perpetúa la pobreza, incrementa los matrimonios infantiles y limita el desarrollo del país.
La comunidad internacional ha condenado estas políticas, pero los talibanes justifican la restricción alegando que no se alinea con su interpretación de la ley islámica. Mientras tanto, la ausencia de mujeres en sectores clave como la salud y la educación agrava la crisis humanitaria.
A pesar de las promesas de reabrir las escuelas, no hay avances concretos. Organizaciones como UNICEF insisten en que permitir el regreso de las niñas a las aulas es esencial para evitar que Afganistán pierda el potencial de toda una generación.

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Más de dos millones de niñas no han asistido a la escuela en Afganistán por prohibición talibán, reporta UNICEF
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