Una senadora de Morena, Martha Lucía Micher, ha puesto en la mira al diputado Cuauhtémoc Blanco, exigiendo que solicite licencia para enfrentar las graves acusaciones en su contra. La polémica estalla tras la decisión de la Sección Instructora de la Cámara de Diputados, que desechó la solicitud de desafuero del exgobernador de Morelos por un supuesto intento de violación contra su media hermana.
Micher, con un tono firme, aseguró que no busca juzgar a Blanco, pero insiste en que debe apartarse de su curul para permitir una investigación transparente. Criticó duramente que el pleno de la Cámara vote sobre su inmunidad, calificándolo como un acto que va contra la igualdad y los derechos de las mujeres, en un país donde la violencia de género sigue siendo un problema alarmante.
La senadora destacó que creerle a las víctimas es un principio básico y que Blanco, como figura pública de Morena, debería dar ejemplo ético. Según ella, su salida temporal del cargo no implica una condena, sino un paso necesario para esclarecer los hechos y garantizar justicia, algo que el partido oficialista parece renuente a enfrentar.
El caso de Blanco ha generado división dentro de Morena, con voces que lo defienden y otras que piden no encubrirlo. Mientras tanto, el exfutbolista se mantiene en el ojo del huracán, aferrado a su fuero y sin dar señales de ceder, lo que intensifica las críticas hacia un partido que presume defender la transformación, pero tropieza con sus propias contradicciones.
La presión crece para que el legislador morenista tome una decisión, en un contexto donde la opinión pública y las feministas exigen coherencia. El desenlace de esta controversia podría marcar un precedente en cómo Morena maneja las acusaciones contra sus miembros, especialmente cuando se trata de temas tan sensibles como la violencia de género.