El gobierno de Estados Unidos ha impuesto medidas drásticas contra Rafael Caro Quintero, el famoso “Narco de Narcos”, restringiendo sus comunicaciones y visitas en la prisión de Brooklyn donde está recluido desde su extradición en febrero de 2025.
Según un comunicado del Departamento de Justicia, estas restricciones, conocidas como Medidas Administrativas Especiales, se aplicaron desde el 17 de marzo por “motivos de seguridad”. Esto significa que Caro Quintero queda prácticamente incomunicado, sin acceso a cartas, llamadas o visitas, salvo con sus abogados bajo estricta supervisión.
El fundador del Cártel de Guadalajara, acusado del asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985, enfrenta un aislamiento extremo que busca evitar cualquier posibilidad de que dirija operaciones criminales desde la cárcel. Las autoridades estadounidenses no han escatimado esfuerzos en endurecer su encierro.
La notificación fue enviada al juez Frederic Block, quien lleva el caso, y coincide con la próxima audiencia del capo programada para este 26 de marzo. Mientras tanto, su defensa ha recibido detalles de estas medidas, aunque no se han pronunciado al respecto.
Este giro en el caso de Caro Quintero refleja la postura implacable de Estados Unidos contra figuras clave del narcotráfico, en un contexto donde la cooperación con México sigue bajo escrutinio tras su entrega hace un mes junto a otros 28 presuntos criminales.