Este martes 25 de marzo, la Cámara de Diputados se prepara para un momento clave: el pleno discutirá el dictamen sobre el desafuero de Cuauhtémoc Blanco, acusado de intento de violación por su media hermana. La decisión está en el aire y promete sacudir el panorama político.
El exfutbolista y diputado de Morena enfrenta un proceso que ha dado de qué hablar. La Sección Instructora ya desechó el caso por considerarlo “notoriamente improcedente”, pero la oposición logró imponerse en la Junta de Coordinación Política para llevarlo al pleno. Esto huele a maniobra para proteger a uno de los suyos.
Tres diputados de Morena y el Verde votaron en contra del desafuero, mientras que el panista Germán Martínez fue el único a favor. Ahora, con 250 votos más uno, el pleno podría desaforar a Blanco y dejarlo en manos de la justicia. Si no, el manto de impunidad de Morena se extenderá una vez más.
La acusación no es menor: se le señala por un delito grave, y la víctima sigue en el centro de la tormenta. Sin embargo, el proceso arrastra dudas, con una investigación llena de huecos según la Sección Instructora. Esto solo aviva las sospechas de un encubrimiento descarado.
El debate será intenso. Diputadas de todos los partidos han adelantado que votarán contra el dictamen que evita el desafuero, exigiendo justicia. Mientras tanto, Blanco guarda silencio, pero su futuro político pende de un hilo en esta jugada de poder.