Elementos de la Secretaría de Marina y la Fiscalía de Jalisco irrumpieron en dos inmuebles de Tepetitlán, un municipio cercano a Zapopan, donde confiscaron un peligroso arsenal de explosivos de alta potencia. El operativo, realizado el pasado fin de semana, dejó al descubierto la magnitud de la violencia que acecha en la región.
Entre lo asegurado se encuentran 184 metros de cordón detonante, 17 autoexplosivos, tres cajas de explosivos y siete costales repletos de material altamente destructivo. Además, hallaron 35 piezas de explosivo de distintas medidas, un polvorín y más de 240 metros de mecha, evidenciando un nivel de preparación alarmante.
El decomiso no se limitó a Tepetitlán. En Villa Hidalgo, otro municipio de Jalisco, el Ejército Mexicano y la Fiscalía General de la República catearon un inmueble y encontraron ocho artefactos explosivos improvisados, junto con químicos como nitrato de sodio y clorato, usados para fabricar más armamento letal.
La presencia de estos materiales en zonas urbanas pone en jaque la seguridad de los habitantes. Las autoridades no han dado detalles sobre detenciones o los responsables, lo que alimenta la percepción de un gobierno rebasado por la delincuencia.
Este hallazgo se suma a una ola de violencia que no da tregua en Jalisco. Mientras el crimen organizado fortalece su arsenal, la falta de estrategias efectivas para contenerlo sigue siendo una deuda pendiente en el estado y el país.