El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tomó una decisión contundente al revocar el acceso a información clasificada a varios de sus rivales políticos, entre ellos el exmandatario Joe Biden, la exvicepresidenta Kamala Harris y la exsecretaria de Estado Hillary Clinton.
La medida, anunciada mediante un memorando de la Casa Blanca, afecta a un total de 15 personas y fue firmada por Trump el pasado viernes, dirigida a los responsables de departamentos y agencias del gobierno.
En el documento, Trump argumenta que ya no es de interés nacional que estas figuras tengan acceso a datos sensibles, una acción que también les prohíbe entrar sin escolta a edificios gubernamentales.
Entre los afectados están Antony Blinken, exsecretario de Estado, y Jake Sullivan, exasesor de Seguridad Nacional, así como personajes vinculados a investigaciones contra Trump, como el fiscal Alvin Bragg y el excongresista Adam Kinzinger.
La decisión parece ser una respuesta a la revocación que Biden impuso a Trump en 2021, tras el asalto al Capitolio, cuando se le negó acceso a inteligencia por su comportamiento considerado errático.
Trump ya había adelantado en febrero su intención de tomar esta medida, que ahora se concreta como parte de un ajuste de cuentas político con sus principales adversarios.
La lista incluye no solo a Biden, sino también a cualquier miembro de su familia, extendiendo el alcance de esta resolución que marca un precedente en las relaciones entre exmandatarios y el gobierno actual.