El mundo podría enfrentar un resurgimiento de muertes por sida, similar a lo visto en los años noventa, si Estados Unidos no retoma el financiamiento a los programas de lucha contra esta enfermedad en países en desarrollo, según alertó la directora de ONUSIDA, Winnie Byanyima.
En una declaración reciente, Byanyima explicó que las infecciones diarias de VIH podrían aumentar de 2 mil a 3 mil 500 si no se resuelve la interrupción de la ayuda estadounidense, que actualmente está bajo revisión por parte del gobierno de ese país.
La dependencia de muchos países de bajos ingresos en África, Latinoamérica y Europa del Este del apoyo económico de Estados Unidos es crítica, ya que este país financia el 50% de las operaciones de ONUSIDA, presente en 67 naciones.
Si la asistencia no se restablece o no surge otra fuente de fondos, la organización estima que las muertes relacionadas con el sida podrían llegar a 6.3 millones en los próximos años, un salto dramático frente a las 600 mil registradas en 2023.
Además, las nuevas infecciones anuales podrían dispararse a 8.7 millones, en comparación con los 1.3 millones actuales, lo que pondría en riesgo los avances logrados en las últimas décadas contra esta pandemia.
Byanyima subrayó que, hasta ahora, ningún otro gobierno ha ofrecido cubrir el vacío dejado por Estados Unidos, lo que podría llevar al colapso de servicios esenciales como diagnóstico, tratamiento y prevención en decenas de países.