El gobierno de Estados Unidos estaría ajustando su estrategia comercial, según información que circula este lunes 24 de marzo. Fuentes cercanas a la Casa Blanca, citadas por medios económicos, indican que los aranceles previstos para el 2 de abril podrían tener un alcance más limitado de lo anunciado inicialmente por el presidente Donald Trump.
La decisión implicaría enfocarse en aranceles recíprocos contra países con los que EE.UU. mantiene déficits comerciales significativos, dejando fuera a algunos socios que antes estaban en la mira. Este giro busca evitar una escalada mayor en la guerra comercial que Trump ha impulsado desde su regreso a la presidencia el pasado 20 de enero.
A diferencia de lo esperado, los aranceles específicos para sectores como automóviles, semiconductores y farmacéuticos no se presentarían en esa fecha. Aunque Trump ha insistido en aplicarlos pronto, las fuentes sugieren que el anuncio del 2 de abril se centrará solo en las medidas recíprocas, dejando en pausa otros gravámenes.
El objetivo sigue claro: eximir únicamente a naciones sin aranceles contra productos estadounidenses y sin superávits comerciales con Washington. Esto forma parte de la estrategia de Trump para corregir lo que considera desequilibrios injustos, además de presionar en temas como migración y tráfico de fentanilo.
La noticia ha generado cierto alivio en los mercados globales. Este lunes, Wall Street registró avances sólidos en sus principales indicadores, reflejando una reacción positiva ante la posible reducción del impacto de las medidas arancelarias.
Aún queda incertidumbre sobre el destino de los aranceles adicionales contra México y Canadá, congelados temporalmente tras negociaciones en marzo. Por ahora, el mundo financiero sigue atento a los próximos pasos de la administración Trump y su política comercial agresiva.