Un equipo de biólogos ha dado un paso fascinante en el estudio del cuerpo humano al describir una neurohormona ancestral que regula el apetito. Este descubrimiento, llevado a cabo por investigadores del Instituto Salk en California, revela cómo una molécula conocida como NPY podría ser clave para entender el hambre y la saciedad.
La neurohormona NPY, presente en el cerebro de humanos y otros animales desde hace millones de años, actúa como un interruptor natural que enciende el deseo de comer. Según los científicos, su función ha evolucionado con el tiempo, pero sigue siendo esencial para equilibrar nuestras necesidades energéticas.
El estudio, realizado en modelos animales, mostró que niveles elevados de NPY incrementan el apetito, mientras que su reducción genera una sensación de satisfacción tras comer. Este hallazgo abre la puerta a nuevas investigaciones sobre trastornos alimenticios como la obesidad o la anorexia.
Lo más intrigante es su antigüedad: los investigadores encontraron que esta neurohormona ya estaba activa en organismos primitivos, lo que sugiere que el control del apetito es un mecanismo profundamente arraigado en la evolución. Ahora, el equipo planea explorar cómo manipularla podría beneficiar la salud humana.
Este avance no solo resalta la complejidad de nuestro cerebro, sino que también promete ser un punto de partida para terapias innovadoras. La ciencia sigue desentrañando los misterios de nuestro cuerpo, y el NPY podría ser una pieza clave en ese rompecabezas.

Imagen generada por IA con fines informativos o representativos. Digital Plural se deslinda de cualquier uso o interpretación.
Biólogos describen una antigua neurohormona que controla el apetito
Compartir: