Las delegaciones de Ucrania y Rusia se están alistando este domingo para reunirse con Estados Unidos en Arabia Saudí. El objetivo es claro: delinear los detalles de posibles ceses al fuego parciales que podrían ser el preludio de una tregua total. Washington tiene la mira puesta en lograr un acuerdo en las próximas semanas.
El lunes, en Riad, la diplomacia itinerante tomará forma. La delegación estadounidense, encabezada por el general Keith Kellogg, enviado especial para Ucrania, mediará entre ambas partes, que estarán en salas separadas. Junto a él estarán Michael Anton, del Departamento de Estado, y representantes del consejero de Seguridad Nacional, Mike Waltz.
Por el lado ruso, llegarán Grigori Karasin, del Senado, y Serguéi Beseda, del FSB. Ambos son negociadores experimentados y conocedores de los asuntos internacionales, según el Kremlin. Karasin ya adelantó que su enfoque es “constructivo y combativo”, con la esperanza de avanzar en las conversaciones.
Ucrania, liderada por el ministro de Defensa Rustem Umérov, incluirá expertos en energía y puertos, como Pavló Palisa. Kiev insiste en proteger su infraestructura portuaria, especialmente en Odesa, y también abogará por salvaguardar instalaciones civiles y energéticas clave.
El Kremlin, por su parte, advierte que el camino no será fácil. Dmitri Peskov, portavoz ruso, señaló que hay “muchos escollos” por superar. Rusia ha rechazado treguas totales de 30 días o seis meses, pero Washington sigue presionando por un alto el fuego antes del 20 de abril.
Estas negociaciones se dan en un contexto tenso. Los ataques rusos recientes, como el que dejó tres muertos en Kiev, complican el panorama. Ucrania ve estos actos como una contradicción a las intenciones de paz de Moscú, mientras busca retomar la iniciativa en el conflicto.