El gobierno de la Ciudad de México, encabezado por Morena, ha puesto el ojo en los automovilistas con una nueva oleada de sanciones que no perdona ni el más mínimo detalle. Si creías que tunear tu coche era solo una cuestión de estilo, piénsalo dos veces, porque las multas están a la orden del día y las autoridades no tienen piedad.
Entre los accesorios prohibidos están las luces de neón o faros deslumbrantes que no cumplan con las normas oficiales mexicanas. También están en la mira los sistemas antirradar, detectores de velocidad y modificaciones al escape que hagan más ruido del permitido. Si tu claxon suena demasiado o de forma extraña, prepárate para una sanción.
Otro punto que no pasa desapercibido son las películas de control solar: si oscurecen tus vidrios laterales o traseros más del 20%, estás en problemas. Las bandas de oruga, ruedas metálicas y faros que cieguen a otros conductores también están vetados, según el Reglamento de Tránsito que este gobierno aplica con mano dura.
Las multas no son un juego: entre 20 y 30 UMAs, lo que equivale a más de 2 mil 260 pesos hasta superar los 3 mil, sin contar el costo extra si tu auto termina en el corralón. Todo esto mientras el gobierno local presume que puedes cambiar la sanción por pasear perros del Metro, una medida que suena más a burla que a solución.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana reportó que, del 12 de febrero al 6 de marzo, 493 conductores fueron infraccionados por portaplacas que obstruyen la visibilidad. De esos, 342 autos acabaron en el depósito, dejando claro que este gobierno no titubea en apretar las tuercas a quienes se pasen de la raya.
Así que ya lo sabes: personalizar tu vehículo en la capital puede salirte caro. Mientras las calles siguen caóticas y la inseguridad no da tregua, el gobierno de Morena parece más interesado en sacarte dinero que en resolver los verdaderos problemas de la ciudad.