El metro de Nueva York está a punto de cerrar un capítulo histórico. La icónica MetroCard, esa tarjeta amarilla que ha sido parte del día a día de millones de usuarios por más de 30 años, dejará de venderse a finales de 2025, según anunció la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA).
Este cambio marca el fin de una era para un símbolo de la ciudad. Desde 1994, la MetroCard ha facilitado los viajes en metro y autobús, pero ahora será reemplazada por el moderno sistema OMNY, que permite pagos sin contacto usando teléfonos móviles, tarjetas bancarias o una tarjeta específica del transporte.
La transición no será inmediata para todos. Aunque las ventas de MetroCards cesarán el 31 de diciembre de 2025 en estaciones y en otoño en tiendas minoristas, los usuarios podrán seguir utilizándolas hasta finales de 2026. Después de eso, el sistema OMNY será la única opción disponible.
La MTA asegura que este cambio traerá beneficios prácticos. Con OMNY, se eliminarán costos de producción y mantenimiento de las tarjetas físicas, lo que podría ahorrar hasta 20 millones de dólares al año, además de ofrecer una experiencia más ágil y cómoda para los pasajeros.
Para muchos neoyorquinos, despedirse de la MetroCard es más que un simple ajuste tecnológico. Esa tarjeta, presente en bolsillos y estaciones, ha sido testigo de la vida cotidiana de la Gran Manzana, desde los ajetreados días laborales hasta las noches de aventuras urbanas.
El sistema OMNY, lanzado en 2019, ya es usado por más del 65% de los pasajeros. Su diseño permite pagar con un toque, ya sea con un dispositivo móvil o una tarjeta recargable que cuesta solo un dólar, pensada también para quienes prefieren efectivo o no tienen cuentas bancarias.
Este avance refleja cómo Nueva York sigue adaptándose a los tiempos modernos. Aunque la MetroCard desaparecerá, su legado como ícono cultural de la ciudad perdurará en la memoria de quienes alguna vez la deslizaron en los torniquetes del metro.