¿Te imaginas unas vacaciones en el desierto rodeado de lujo? Existen hoteles que transforman paisajes áridos en experiencias inolvidables, combinando comodidad y naturaleza de forma espectacular.
En Utah, Estados Unidos, el Amangiri se alza entre tierras vírgenes con un diseño que evoca paz y exclusividad. Su spa y gastronomía destacan, mientras las noches ofrecen un cielo estrellado que quita el aliento.
Chile no se queda atrás con el Tierra Atacama, en San Pedro de Atacama. Este hotel ofrece vistas al desierto más árido del mundo, con tiendas de campaña de lujo y actividades como paseos por dunas antiguas.
En Australia, Longitude 131, dentro del Parque Nacional Uluru-Kata Tjuta, promete privacidad y un estilo único. Sus 16 tiendas permiten disfrutar del icónico monolito Uluru desde un entorno sofisticado.
Qasr Al Sarab, en Abu Dabi, se encuentra en el desierto de arena más grande del mundo. Con 140 cuartos y villas con alberca, su diseño inspirado en la cultura local lo hace un oasis de elegancia.
Ras Al Khaimah, en Dubái, lleva el lujo a otro nivel con el Ritz-Carlton en el desierto Al Wadi. Paseos en camello y atardeceres únicos complementan una estancia inolvidable.
Jordania tiene su joya en el desierto de Wadi Rum con el Sun City Camp. Sus carpas beduinas tradicionales ofrecen vistas a montañas y un toque auténtico sin sacrificar confort.
Estos destinos demuestran que el desierto puede ser mucho más que arena: es un lugar donde el lujo y la aventura se encuentran en perfecta armonía.