El gobierno de Estados Unidos anunció sanciones contra la expresidenta argentina Cristina Fernández y su exministro de Planificación Federal, Julio De Vido, por su implicación en actos de corrupción durante sus gestiones públicas. La medida, impulsada por la administración de Donald Trump, les prohíbe la entrada al país norteamericano.
Según el secretario de Estado, Marco Rubio, ambos exfuncionarios abusaron de sus posiciones para orquestar esquemas de sobornos relacionados con contratos de obras públicas. Esto resultó en el desvío de millones de dólares del gobierno argentino, afectando gravemente las finanzas públicas del país.
La sanción también alcanza a los familiares directos de Fernández y De Vido, incluyendo a los hijos de la expresidenta, Máximo y Florencia Kirchner. Rubio destacó que estas acciones reflejan el compromiso de Estados Unidos en la lucha contra la corrupción a nivel global.
Cristina Fernández, quien gobernó Argentina entre 2007 y 2015, ha sido señalada por múltiples tribunales por irregularidades durante su mandato. Entre ellas, destaca la condena de 2022 por administración fraudulenta en el caso de obras viales en Santa Cruz.
Por su parte, Julio De Vido también enfrenta condenas en Argentina, como la relacionada con la tragedia ferroviaria de Once en 2012. Las autoridades estadounidenses subrayaron que estas prácticas corruptas han minado la confianza de los ciudadanos e inversionistas en Argentina.
La decisión ha generado reacciones en el ámbito político argentino, aunque no altera las sentencias judiciales locales, que aún están sujetas a apelación. Este veto marca un precedente en las relaciones entre ambos países y en la persecución de exfuncionarios señalados por corrupción.