La Corte Suprema de Brasil ha dado un paso firme al rechazar los recursos presentados por el expresidente Jair Bolsonaro, quien buscaba apartar a dos magistrados del caso que lo investiga por un presunto intento de golpe de estado tras las elecciones de 2022.
Con esta decisión, el Supremo Tribunal Federal (STF) permite que el proceso judicial avance sin obstáculos, programando tres sesiones extraordinarias para los días 25 y 26 de marzo, donde se determinará si se abre formalmente un juicio penal contra Bolsonaro y otros siete acusados.
El expresidente enfrenta cargos graves relacionados con una supuesta conspiración para impedir la asunción de Luiz Inácio Lula da Silva, incluyendo planes que, según la Fiscalía, contemplaban hasta el asesinato de figuras clave como el propio Lula, su vicepresidente Geraldo Alckmin y el juez Alexandre de Moraes.
La defensa de Bolsonaro argumentó falta de imparcialidad en los jueces Flávio Dino y Cristiano Zanin, pero la mayoría del STF, liderada por el presidente Luís Roberto Barroso, desestimó estas impugnaciones en una votación telemática que marcó un precedente claro.
Bolsonaro, quien perdió las elecciones de octubre de 2022, ha negado las acusaciones, mientras el caso toma fuerza con testimonios clave, como el de su exsecretario Mauro Cid, que lo vinculan a la trama golpista que culminó en el asalto a las sedes de los tres poderes el 8 de enero de 2023.
Este proceso judicial se desarrolla en un contexto de alta polarización en Brasil, donde el exmandatario aún conserva apoyo entre sectores de la derecha, pero enfrenta una presión legal creciente que podría definir su futuro político y personal en los próximos meses.