La violencia en México no da tregua. En Minatitlán, Veracruz, el propietario de un bar decidió enfrentarse a dos sicarios que lo extorsionaban, y el desenlace fue brutal: los atropelló con su camioneta, acabando con sus vidas.
Todo ocurrió el viernes 21 de marzo, cuando los delincuentes llegaron al bar “El Jalisquito” en motocicleta y abrieron fuego contra Daniel N., el dueño, quien se encontraba en su vehículo. Harto de pagar cuotas y tras meses de amenazas, reaccionó acelerando contra ellos.
En el caos, Daniel perdió el control de su camioneta y chocó contra el negocio, aplastando a los agresores. Aunque logró sobrevivir al ataque, fue detenido por la policía poco después, mientras los cuerpos de los sicarios yacían en el lugar.
El empresario, ahora bajo custodia, cerró definitivamente su bar. En un mensaje en redes sociales, denunció la falta de seguridad y justificó su acto como una defensa desesperada: “Eran ellos o mi personal”.
La región de Coatzacoalcos y Minatitlán sigue siendo un foco rojo de extorsión y violencia, con habitantes indignados por la inacción de las autoridades. Este caso pone en evidencia el descontrol que viven los ciudadanos ante el crimen organizado.
Mientras Daniel enfrenta un futuro incierto, la pregunta queda en el aire: ¿hasta cuándo seguirán los mexicanos librando solos esta guerra contra la inseguridad?