La vida es una aventura que merece ser explorada, y el golf se convierte en una excusa perfecta para descubrir destinos únicos. Lejos de los campos tradicionales, existen lugares que combinan este deporte con paisajes impresionantes y experiencias fuera de lo común.
En Jackson Hole, Wyoming, el Shooting Star Golf Club ofrece un reto a más de 2 mil metros de altura. Rodeado de montañas y vida salvaje, este campo diseñado por Tom Fazio es ideal para quienes buscan naturaleza y golf en un solo paquete.
Por otro lado, en Omán, el Al Mouj Golf rompe esquemas con sus vistas al mar y un diseño de Greg Norman que desafía las dunas del desierto. Es un lugar donde el golf se fusiona con un entorno exótico y una cultura milenaria.
En México, el campo El Camaleón en Mayakoba destaca por su versatilidad. Jungla, manglares y cenotes se entrelazan en este diseño de Norman, ofreciendo una experiencia que va más allá del juego y te sumerge en la biodiversidad.
Para los amantes de lo extremo, Teeth of the Dog en República Dominicana es un ícono. Con hoyos al borde del Caribe y un diseño de Pete Dye, este campo combina adrenalina y belleza en cada golpe.
Estos destinos demuestran que el golf puede ser mucho más que un deporte: es una puerta a paisajes y culturas que invitan a salir de la rutina. ¿Quién dijo que los greens tienen que ser predecibles?