Disney intentó traer de vuelta la chispa de su primer gran éxito animado con el remake de Blanca Nieves, pero el resultado se queda corto. Estrenada en marzo de 2025, la película dirigida por Marc Webb y protagonizada por Rachel Zegler y Gal Gadot promete un giro moderno al cuento de hadas, aunque no termina de encantar como lo hizo el clásico de 1937.
La historia reimagina a Blanca Nieves como una líder empoderada que lucha por recuperar su reino, dejando atrás la imagen de la princesa pasiva. Zegler brilla con su voz y energía, pero el resto del elenco, incluyendo a Gadot como la Reina Malvada, no logra conectar del todo. La villana, aunque elegante, carece de profundidad, y los personajes secundarios se sienten rígidos, atrapados entre actuaciones humanas y efectos CGI poco convincentes.
Visualmente, la cinta impresiona con su diseño de producción, pero no encuentra un equilibrio entre lo clásico y lo nuevo. Las canciones de Benj Pasek y Justin Paul intentan aportar frescura, aunque no encajan del todo con la nostalgia que evoca el original. El resultado es una película que oscila entre aciertos y tropiezos, sin recapturar la magia que hizo de Blanca Nieves un ícono.
Las controversias no han ayudado. Desde debates sobre “corrección política” hasta críticas por la representación de los enanos, el filme llega cargado de expectativas que no cumple. Aunque moderniza el cuento, deja la sensación de que adaptar un relato tan querido al mundo real sigue siendo un desafío que Disney no ha dominado por completo.