Cientos de pobladores de San Juan Atzingo, en Ocuilan, Estado de México, tomaron la carretera Toluca-Cuernavaca este viernes para protestar contra la devastadora tala clandestina que azota el Gran Bosque de Agua. La manifestación, que comenzó en el paraje Agua Bendita, busca visibilizar un problema que lleva más de 20 años sin solución efectiva.
Los inconformes denuncian que las autoridades han hecho oídos sordos a sus demandas, pese a las múltiples evidencias presentadas. De las 12 mil hectáreas boscosas que alguna vez tuvo la región, solo quedan 6 mil, y la deforestación sigue avanzando sin control, afectando el vital equilibrio ecológico de la zona.
El Gran Bosque de Agua, ubicado entre el Estado de México, Morelos y la Ciudad de México, es clave para la recarga de mantos acuíferos que abastecen a millones. Sin embargo, los manifestantes aseguran que la tala ilegal, perpetrada por grupos organizados, está secando ríos y manantiales, agravando la crisis hídrica.
A pesar de los patrullajes esporádicos del Ejército y la Guardia Nacional, los pobladores señalan que la impunidad persiste. La protesta, que incluyó a hombres, mujeres y niños con cartulinas en mano, exige una respuesta contundente para proteger este pulmón natural antes de que sea demasiado tarde.

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Habitantes de Ocuilan bloquean la Toluca-Cuernavaca por tala ilegal
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