Enrique Alfaro, exgobernador de Jalisco, está dando de qué hablar. Mientras se prepara en Rotterdam, Países Bajos, para cumplir su sueño de convertirse en director técnico de fútbol, en México enfrenta señalamientos por el hallazgo de un crematorio clandestino en el rancho Izaguirre, en Teuchitlán.
El exmandatario, quien dejó el cargo en diciembre de 2024, compartió en redes sociales su experiencia en el centro de entrenamiento del Feyenoord. Su objetivo es claro: dirigir algún día al Club Deportivo Guadalajara, algo que ha expresado desde hace tiempo como su gran pasión tras la política.
Sin embargo, su nueva vida en Europa contrasta con las críticas que recibe en su país. El colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco destapó en marzo de 2025 un sitio de horror en Teuchitlán, con restos humanos, ropa y más de 200 pares de zapatos, apuntando a un posible centro de exterminio operado por el crimen organizado.
El caso ha puesto los reflectores sobre la gestión de Alfaro, quien gobernó Jalisco de 2018 a 2024 bajo el partido Movimiento Ciudadano. Aunque no hay acusaciones formales, la ciudadanía y colectivos lo cuestionan por presunta omisión durante su administración.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha dicho que será la Fiscalía General de la República la que decida si Alfaro debe rendir cuentas. Por ahora, el exgobernador sigue enfocado en su formación futbolística, sin pronunciarse sobre las acusaciones que lo persiguen desde México.