La Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha lanzado una advertencia urgente a las autoridades de Jalisco por el descontrol en el Rancho Izaguirre, en Teuchitlán. Tras la entrada masiva de colectivos, medios y sociedad civil, el organismo señala que la investigación está en peligro por la falta de cuidado en las evidencias.
El rancho, vinculado a posibles crímenes del crimen organizado, fue abierto el pasado 20 de marzo, pero la CNDH denuncia que se rompió el cerco de seguridad y los protocolos básicos. Visitadores y peritos del organismo estuvieron presentes y constataron que la cadena de custodia, esencial para cualquier proceso judicial, quedó comprometida.
La Comisión hace un llamado apremiante a la Fiscalía de Jalisco y otras autoridades para que preserven los indicios hallados. Restos humanos, objetos personales y posibles pruebas de actividades ilícitas podrían perder valor legal si no se actúa con rigor, afectando la búsqueda de justicia para las víctimas.
Desde el 19 de marzo, la CNDH realiza diligencias en el lugar junto a la Fiscalía estatal, pero critica la falta de coordinación. También advierte sobre el manejo alarmista de la información, que confunde y revictimiza a las familias de desaparecidos, exigiendo respeto a los procesos.
Este caso expone, una vez más, la fragilidad de las investigaciones en México cuando la violencia y la inacción se cruzan. La CNDH insiste en que se priorice el derecho a la verdad y se evite que el caos ponga en riesgo un caso tan grave como este.

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CNDH pide a autoridades preservar indicios tras apertura del Rancho Izaguirre
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